91 638 96 80
620 52 96 43
Donde estamos Contacto

91 638 96 80

Donde estamos

Órgano

image

La música es parte esencial del culto a Dios y de nuestra maduración espiritual. En efecto, la Sagrada Escritura invita a alabar a Dios con himnos y cánticos del espíritu, y la Iglesia canta literalmente al Señor por todo lo que él ha obrado en nosotros, con exultación.
Durante muchos siglos, el pueblo fiel cantaba melodías al unísono, cada región según las costumbres del lugar, hasta que el papa Gregorio Magno decidió favorecer el uso de melodías comunes, tomando como modelo el canto sagrado de la liturgia gala y de la romana. Así se fijó el canto gregoriano. A partir del siglo XIII, empezando por la escuela de Notre Dame en París, los músicos católicos quisieron experimentar con la belleza de la polifonía, y ésta produjo obras tan bellas que también fue aceptada en la tradición litúrgica de la Iglesia de Occidente.
El órgano era un instrumento musical ya conocido en la antigüedad, pero tenía un uso profano. A finales de la Edad Media, la polifonía cantada entendió que podía ser acompañada por instrumentos, y el órgano se reveló como el más adecuado, ya que él mismo es polifónico, al ofrecer tantas voces o registros como la inventiva de sus constructores (los organeros) pudieran llevar a cabo. Los pequeños órganos medievales y renacentistas fueron creciendo, añadiendo nuevos registros conforme a los gustos de la época y de las regiones europeas, por lo que durante el barroco hubo órganos alemanes, italianos, franceses, ibéricos y, entre estos, los catalanes. Todas estas escuelas ofrecían peculiaridades tímbricas, y cada órgano se ha construido siempre teniendo en cuenta muchas circunstancias diversas: la naturaleza acústica del templo, los compositores de la época, las posibilidades económicas del lugar… No hay dos órganos iguales, cada uno es una obra de artesanía irrepetible. Los órganos históricos, a menudo han crecido con el tiempo, se les han añadido registros y nuevas mecánicas, y han sido trasladados de una iglesia a otra. El órgano es tan complejo, que necesita de mantenimiento e intervenciones continuadas; un órgano que no se mantiene se daña al poco tiempo.
El órgano siempre ha sido un instrumento costoso, y no puede ser de otra manera por su propia manufactura y los materiales nobles empleados. Por ello, la destrucción de tantos órganos en Cataluña durante la Guerra Civil (1936-39) no fue sólo una barbarie contra la fe, sino una auténtica desgracia para el legado artístico y cultural del país.
Nuestra Parroquia de la Virgen de Nuria no ha contado nunca con un órgano, a pesar de que la construcción inicial del edificio neogótico (1880) preveía el espacio en el balcón del coro de la iglesia. Durante unos años hemos contado con instrumentos electrónicos que imitan el sonido, pero éstos sólo son un remedio circunstancial, pues de ninguna manera pueden sustituir la calidez y el sonido único del auténtico órgano de tubos. Por eso hacía tiempo que deseábamos poder contar con un instrumento adecuado, pero hacerlo uno nuevo era muy caro y estaba más allá de las posibilidades de nuestra comunidad parroquial.
Cuando no se puede contar con un órgano nuevo, existe la posibilidad de adquirir uno antiguo. La oportunidad surgió cuando la Escuela Pia de Sarrià ofrecía el instrumento de su capilla, pues hacía años que no se tocaba. Sin embargo, debía asumirse el desmotaje, el traslado, y su restauración. Este órgano había sido encargado después de la Guerra al organero Gaietà Estadella (que contaba con reconocido prestigio), pero murió sin terminarlo, y lo finalizó en Pau Xuclà en 1943. Había conocido alguna reforma posterior, de poca calidad, pero se encontraba al límite de que su reparación fuera viable, artística y económicamente, teniendo en cuenta que ya casi se puede considerar un órgano histórico.
En efecto, el órgano Estadella-Xuclà corresponde al periodo de los órganos románticos, de transmisión neumática, una forma de construirlos que perduró un siglo (de mediados del siglo XIX a mediados del siglo XX). Los órganos se habían hecho tan grandes, que la transmisión mecánica tradicional se había vuelto inconveniente, ya que hacía que el teclado se convirtiera más duro a medida que se añadían registros (porque había que abrir muchas más válvulas con las varillas de madera que las teclas accionaban). La transmisión pneumática evitaba este problema (las teclas abren o cierran el paso de aire a presión que, a través de conductos de plomo, accionan las válvulas de los tubos), pero su construcción y mantenimiento son complicados.

La restauración ha sido llevada a cabo por el organero David Iglesias, con mucha paciencia, ya que los problemas iban surgiendo a medida que avanzaba. Las pieles de las válvulas se habían resecado, el plomo de las conducciones se había degradado…: la redacción de toda la intervención da para un opúsculo.
Pero el órgano también ha sido renovado. Se han suprimido algunos registros añadidos a los años '60 de poca calidad o nada adecuados (llenos, nasard y quincena), y han sido sustituidos por registros nuevos con tubos de otros órganos desmontados del mismo organero inicial, Estadella (plenos, nasard y quincena), y han sido sustituidos por registros nuevos con tubos de otros órganos desmontados del mismo organero inicial, Estadella (Plenos III 2 ', Fagot-oboe 8', Voz humana 8 '), de manera que podemos decir que todo el material sonoro proviene de su taller. Así hemos compensado mejor la sonoridad del instrumento, con registros que equilibran el estilo romántico del órgano con un sonido más pleno y esplendoroso.

Este órgano, más allá del tiempo largo necesario para ponerlo al día, es un orgullo para nuestra comunidad parroquial. Su reparación ha sido sufragada completamente por nuestros feligreses, sin subvenciones externas. Todos han podido colaborar con el entrañable campaña "café por un tubo", aunque también tenemos que agradecer donativos puntuales muy generosos. Este órgano nos lo hemos hecho nuestro.
Demos gracias a Dios, y que durante muchos años el órgano esté al servicio del culto de esta porción de la Iglesia que aquí se reúne en nombre del Señor Jesucristo, y bajo la advocación de su madre, Santa María de Núria.

DESCRIPCIÓN DEL ÓRGANO ESTADELLA/XUCLÀ (1943)

image

image

Sancta Cæcilia, ora pro nobis!

image