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Oficio Divino

El Oficio Divino o Liturgia de las Horas es la oración oficial y pública de la Iglesia Católica, a la que son invitados todos los creyentes. Se diferencia así de las devociones privadas (como el Rosario, las Novenas, el Mes de María, etc.), que también son recomendadas por la Iglesia. El Oficio Divino conforma la liturgia de la Iglesia con los sacramentos (y la Eucaristía en la Santa Misa como centro de todo). Con el Oficio Divino, la Iglesia trata de cumplir el mandato del Señor de orar en todo momento, ya que continuamente hay quien, en algún lugar del mundo, ora con la Liturgia de las Horas.

            El libro de los Hechos de los Apóstoles (Hechos 3, 1) ya nos describe que éstos subían al Templo a orar en las horas de oración judía, y tal fue el inicio de la oración cristiana en comunidad. Las dos horas de tradición más antigua y universal son las de la mañana (Laudes) y la noche (Vísperas). Más tarde se añadieron otras horas diurnas (Tercia, Sexta y Nona), y el monacato amplió la serie con las horas de Prima y Completas. En la antigüedad, cada Iglesia local organizaba su propio Oficio Divino según su tradición propia. De esta manera se constituyeron varias familias litúrgicas, hasta que la Reforma gregoriana (en los siglos XI-XII) impulsó la unificación en torno al rito romano.

            Durante muchos siglos, para la celebración del Oficio había que recurrir a varios libros: salterio, leccionario, antifonario, responsorial, himnario. Para facilitar el Oficio a los clérigos, se recogieron en un solo libro todos los elementos del Oficio, que por eso recibió el nombre de Breviario Romano; de ahí que, popularmente, se dijera rezar el breviario a seguir la Liturgia de las Horas. Intervinieron en la redacción del Breviario los papas Inocencio III (1215) y San Pío V (1568), y esta versión fue la tradicional hasta una revisión de San Pío X (1911). Al mismo tiempo, se impuso a todos los clérigos de órdenes mayores la obligación canónica de recitar el Oficio Divino, en comunidad o individualmente.

            El Concilio Vaticano II propuso una revisión más amplia y permitió que fueran usadas las lenguas vernáculas; dice su constitución Sacrosanctum concilium: «La obra de Dios, desde la antigua tradición cristiana, se constituye de manera que todo el desarrollo del día y la noche sean consagrados por la alabanza a Dios» (n. 84). La reforma subsiguiente, que aplicó algunos de los sabios principios que ya había propuesto el cardenal Quiñónez en el siglo XVI, fue finalmente promulgada por el papa San Pablo VI (1971). La reforma ha permitido usar las lenguas del lugar, y quiere invitar a todos los fieles a seguir el Oficio Divino en la medida de sus posibilidades, particularmente las dos horas principales (Laudes y Vísperas); por este motivo en las catedrales y en muchas parroquias se programan estas horas para facilitar la participación del pueblo cristiano.

            El Oficio Divino se llama también Liturgia de las Horas porque se reza en varios momentos a lo largo del día (las llamadas horas canónicas). Las horas canónicas, pues, son éstas:

I. Horas mayores, que son los oficios más largos:

  • Oficio de lectura (tradicionalmente, también llamado maitines): con la salida del sol; sin embargo, también se puede rezar durante cualquier otro momento del día.
  • Laudes, a primera hora de la mañana.
  • Vísperas, al atardecer.
  • Completas, en el momento de retirarse para el descanso nocturno.

II. Horas menores, u oficios más breves, de las que hay que elegir una:

  • Tercia, a media mañana, antes de mediodía;
  • Sexta, hacia el mediodía;
  • Nona, a primera hora de la tarde.

            En los oficios, los salmos que se leen o cantan varían de día a día, y se repiten cada cuatro semanas. Los días de solemnidad litúrgica y los domingos, hay salmos y lecturas específicos.

            El esquema de cada oficio es el siguiente:

  • Laudes y Vísperas :
  1. Invitatorio ("Señor, venid a ayudarnos…"): es el versículo de un salmo como invocación a Dios; la primera Hora que se rece viene precedida de un salmo invitatorio con su antífona (habitualmente, el salmo 94).
  2. El himno: cantado, según el tiempo litúrgico o la festividad que se celebra.
  3. Salmodia, consistente en dos salmos y un cántico, precedido cada uno de una antífona o frase breve cantada; en Laudes, el cántico es del Antiguo Testamento y intercalado entre los dos salmos; en Vísperas, el cántico es del Nuevo Testamento y detrás de los dos salmos.
  4. Lectura breve (o capítula), que es la lectura de un breve pasaje de la Sagrada Escritura para la reflexión espiritual.
  5. Responsorio breve, que es una respuesta a la lectura anterior, tomada de un pasaje de la Biblia y vinculado al tiempo litúrgico o la festividad.
  6. Cántico evangélico: en Laudes, el Cántico de Zacarías o Benedictus (Lucas 1, 68-79); en Vísperas, Cántico de María o Magnificat (Lucas 1, 46-55).
  7. Plegarias: se ruega por la Iglesia y toda la humanidad, y se alaba a Dios, y terminan con el Padrenuestro.
  8. Oración de conclusión, que en los domingos, solemnidades y fiestas es propia del día.

      Laudes y Vísperas  se pueden rezar unidas a la misa; en este caso, el orden es el siguiente: Invitatorio - Himno - Salmodia - Gloria (en su caso) - Lecturas de la misa (y homilía) - Oraciones de Laudes o Vísperas - Liturgia de la Eucaristía y Comunión - Cántico evangélico - Oración de poscomunión y despedida como la misa.

  • El Oficio de Lectura empieza como Laudes o Vísperas, pero después de tres salmos con sus antífonas se leen dos lecturas largas: la primera, de la Sagrada Escritura, y la segunda, textos importantes de la tradición espiritual cristiana. 
  • Las Horas Menores y las Completas son más breves y contienen menos salmos y antífonas, y no incluyen oraciones.

Cómo seguir la Liturgia de las Horas?

EN NUESTRA PARROQUIA, LOS DIAS LABORABLES REZAMOS VÍSPERAS EN LA MISA (20:00 h)

Tanto si un fiel quiere rezar el Oficio Divino individualmente como en comunidad (por ejemplo, a una iglesia donde se ofrezca este posibilidad), cuenta con varias opciones:

a) Ediciones impresas en libro: 

           - Los cuatro volúmenes completos (distribuidos según los tiempos litúrgicos):

                       -  Litúrgia de les Hores  (catalán, CPL)

                       -  Liturgia de las Horas  (castellano, CEE)

           - o bien un solo volumen abreviado (sin el Oficio de Lectura):

                       -  Litúrgia de les Hores: Laudes · Hores intermitges · Vespres · Completes  (catalán, CPL)

                       -  Diurnal  (castellano, CEE)

b) Aplicación gratuita para los teléfonos móviles:

           - En castellano no hay todavía app oficial, pero es bastante útil la app  iBreviary .          

           - En catalán, app oficial:  CPL  (Litúrgia de les Hores):