El sacramento de la confirmación imprime carácter, y por él los bautizados, avanzando por el camino de la iniciación cristiana, son fortalecidos con el don del Espíritu Santo y son vinculados más perfectamente a la Iglesia. El sacramento de la confirmación les otorga el ser mejores testigos, de palabra y de obra, de la presencia de Cristo en el mundo (cf. CIC c. 879).
En el caso más habitual de aquellos que recibieron el bautismo de niños, el sacramento de la confirmación lo administra el obispo a partir de los 7 años. En nuestras diócesis, está previsto recibir el sacramento en torno a los 13-14 años.
Habitualmente las parroquias ofrecemos cursos de formación para jóvenes, a partir de los 13 años, para recibir el sacramento de la confirmación. La realización de estos cursos depende de la posibilidad de formar un grupo mínimo de interesados.
Al celebrar el sacramento, hacia el final de curso, también son invitados a unirse los adultos que no hayan sido aún confirmados.
Los años que no contamos con suficientes personas, los interesados son dirigidos a la Catedral (madre de todas las iglesias de la diócesis), o bien nos ponemos de acuerdo con otras parroquias vecinas para formar un solo grupo.
En cualquier caso, consultad con los sacerdotes de la parroquia.
Los adultos que se bautizan reciben la confirmación en el mismo acto.
