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Historia de la Parroquia

LOS PRECEDENTES DEL TEMPLO PARROQUIAL: LA CONGREGACIÓN DE LAS HERMANAS DE NTRA. SRA. DE LA CARIDAD DEL BUEN PASTOR

La Congregación de Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor, fundada por Santa María Eufrasia Pelletier (1796-1868), fue aprobada por el papa Gregorio XVI el 16 de enero de 1835. Esta Congregación tuvo su origen en la Orden de Nuestra Señora de la Caridad, conocida como El Refugio, y fundada por San Juan Eudes en 1641. Juan Eudes, sacerdote excelente de su tiempo, fue una de las grandes figuras que marcaron la renovación cristiana del siglo XVII, en Francia y toda la Iglesia. Fue reconocido como padre, doctor y apóstol del culto litúrgico de los Sagrados Corazones de Jesús y de María. Fundó El Refugio tras tomar conciencia de la miseria moral y de la explotación de un gran número de jóvenes y mujeres. Y, para asegurarse de que las hermanas permanecieran fieles a su fin específico y no se dejaran vencer por las dificultades que encontraran, les dio un cuarto voto: el celo por la salvación de las almas.

En 1814, Rosa Virginia Pelletier ingresó en la Orden de Nuestra Señora de la Caridad, en Tours (Francia), con el nombre de María de Santa Eufrasia. Ella se encargó del servicio directo a las jóvenes y mujeres. Fue superiora a los 29 años de edad y, por invitación del obispo de Angers, fundó una casa en esta ciudad, en 1829, y la llamó Bon Pasteur. En 1831, la Hna. María Eufrasia estableció una comunidad contemplativa para las jóvenes y mujeres de su tiempo que quisieran consagrarse a Dios en su misión de reparación del mal de la sociedad, y les dio como patrona a Santa María Magdalena. Sus constituciones las aprobó el obispo Montault, el 10 de enero de 1831. Después de ciertas dificultades, el Generalato fue aprobado en 1835, y con esta aprobación de la Iglesia, María Eufrasia instituyó la casa de Angers y las casas dependientes de ésta, como una Congregación distinta de la Orden de Nuestra Señora de la Caridad. La nueva Congregación recibió el nombre de Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor de Angers. A la muerte de María Eufrasia eran 110 casas alrededor del mundo, con la misma espiritualidad centrada en la Persona de Cristo. Y también con los elementos de la doctrina de San Juan Eudes: la devoción a los Sagrados Corazones de Jesús y de María, el amor a la voluntad del Padre y el cuidado por los más necesitados. La Congregación persiste en la actualidad.

La casa de Barcelona

El 1 de septiembre de 1880 llegaron a Barcelona las primeras hermanas de la Congregación de Ntra. Sra. de la Caridad del Buen Pastor, y se instalaron en el Paseo de Gracia, 28. En 1883 se trasladaron a la calle Príncipe de Asturias, mientras buscaban un espacio definitivo. El 25 de mayo de 1885 compraron un solar en la calle Aribau esquina lo que entonces era calle de Buenos Aires (años más tarde, tomó el nombre de calle del Buen Pastor a causa de la existencia de dicha Congregación). En esta fecha, se colocó la primera piedra de la construcción del edificio destinado a la atención de chicas.

En 1886, las hermanas se trasladan al nuevo edificio, y Mons. Jaume Català y Albosa, obispo de Barcelona, bendijo la primera piedra del edificio destinado a ser oratorio del convento. En aquella solemnidad, redactada y constatada en los Anales de las religiosas, estuvo presente la Marquesa de Ciutadilla representando a la reina María Cristina. Asistió también la Junta del templo del Buen Pastor, presidida por la Sra. Bernarda Mercader, el alcalde y otras autoridades de la ciudad. En enero de 1887 y en diciembre de 1889 se adquirieron nuevos solares hacia la calle Buenos Aires.

En 1890 comenzó la construcción de un nuevo pabellón para las chicas, y se encargó la edificación de la iglesia al arquitecto Eduardo Mercader, quien gozaba de buena fama. El 19 de diciembre de 1890 fue colocada la primera piedra, en un acto de gran solemnidad. El proyecto preveía que el edificio completo debía tener su fachada principal en la calle Buenos Aires (hoy Buen Pastor), y las laterales en las calles de Aribau y Muntaner. La iglesia debía ocupar el centro de la fachada principal a pie de calle, mientras el resto del edificio estaría separado de la calle por un muro y un corredor interior.

La construcción de la casa iba a buen ritmo, pero no la de la iglesia, que fue interrumpida durante seis años por falta de recursos. Pero pocos días después de la fiesta de San José del año 1896 sucedió algo imprevisto y providencial: se presentó en el locutorio del Convento una señora que las hermanas sólo habían visto una sola vez, y les comunicó que se había sentido inspirada en hacer terminar la iglesia del Buen Pastor, pensando que edificar la casa del Señor era la mejor manera de emplear su fortuna. Dio una cantidad considerable y se hizo cargo de todos los gastos. Aquella dama solicitó permanecer en el anonimato.

Así fue acabada la iglesia, y el 12 de abril de 1898, el obispo de Barcelona procedió a bendecir el templo, asistido por los canónigos Bassard, Nuet, Robert y Brugueroles, el rector de la Parroquia de Santa María de Gracia, algunos padres de San Pedro ad Vincula, el presidente de la Diputación de Barcelona, el alcalde de la ciudad y la Marquesa de Caspe (en representación de la reina). La primera misa la celebró el canónigo Dr. Bassard, asistido por los capitulares Robert y Nuet. Intervino la Capilla de Música de la Catedral de Barcelona. Los asistentes admiraron la belleza del nuevo templo y la excelente gusto en su decoración.

La iglesia se construyó en estilo neogótico, con una bóveda notablemente alta. El altar mayor era de mármol blanco con dos caras. El sagrario y los dos altares laterales eran dorados, y la balaustrada que separaba el presbiterio de la nave, de bronce dorado. Contaba con quince ventanales con vidrieras, pagados por amigos del convento que eligieron los santos de su devoción: San Ignacio de Loyola*, donado por la Sra. Anita Girona; San Bernardo, por la Sra. Bernarda Sacanella vda. de Mercader; Santa Teresa de Jesús, por la Sra. Elvira Pérez de Felipe, San Antonio de Padua*, Santa Filomena y Santa Úrsula, por el Sr. Eduardo Mercader; San Pedro, donado por la Sra. Engracia Balet; San Agustín, por la Srta. de Landsberg, Santiago, por la Sra. E. de Clavell; Santa Eulalia, por el Sr. Manuel Mercader, el Buen Pastor Niño, por la Sra. Dolores Lluch de Sojo; Nuestra Señora de la Merced*, por las Sras. del Patronato de Presas, y San Narciso*, por la Sra. Rita vda. de Mercader. El gran vidriera de la fachada principal, que representa la aparición de Nuestro Señor a Santa María Magdalena, fue obsequio de los Condes de Landsberg.

Otras donaciones fueron una imagen de San José con el Niño Jesús, para un altar lateral, por la Sra. Inés Sierra, la Virgen de los Dolores*, por la Sra. Dolores Basols, etc. El Sr. Obispo de Barcelona regaló las puertas de la iglesia.

(*Los vitrales y las imágenes marcados con asterisco no se han conservado).

La construcción de la casa y del convento fue creciendo, anexionando otros terrenos y edificaciones que debían alojar al numeroso grupo de chicas y jóvenes atendidas por las hermanas. Al llegar la Guerra Civil, estas fueron desalojadas, y la propiedad fue incautada. La recuperaron al finalizar la guerra, a pesar de que se encontraba en un estado lamentable. Por este motivo, y porque la ciudad iba creciendo, en el año 1941 las hermanas compraron un gran solar en la calle Quatre Camins n. 91 (esquina a calle del Císter, en la Bonanova), para construir un nuevo edificio, Nueva Belén. Y en 1947 dejaron definitivamente la casa de la calle Buen Pastor; el edificio de la iglesia fue adquirido por el Obispado de Barcelona, y el resto del solar se vendió a promotores particulares.

Inicios de la parroquia

El Obispado compró el templo para destinarlo a iglesia parroquial de una nueva demarcación bajo el patrocinio de Ntra. Sra. Santa María de Nuria. En efecto, por decreto de 9 de octubre de 1945 (BOOB 7/1946), Mons. Gregorio Modrego y Casaus, Obispo de Barcelona, había erigido la parroquia, la sexta de las treinta que creó, clasificada de término de primera clase. Contaba con 10.355 habitantes, y debía ser servida por un párroco y dos coadjutores. El templo fue nuevamente bendecido el 16 de julio de 1946, pero como no habían terminado las obras de remodelación y adaptación del edificio de la iglesia y de la rectoría, el primer párroco, Mn. Josep Maria Homs, tomó posesión a los salones del Círculo Ecuestre el año 1948.

Las obras de adaptación de la iglesia fueron muy notables, y el aspecto cambió para reconvertirla en iglesia parroquial: se suprimió la balaustrada del arco del presbiterio, se reformó la parte posterior del presbiterio y se le dio forma de ábside (para encajar cuatro vidrieras y el nuevo camarín de la Virgen de Nuria), se cerraron los muros laterales superiores para ganar estos espacios para dependencias parroquiales, y se decoró la iglesia con pinturas policromadas (que originariamente no existían). También se tuvieron que reformar los locales anexos a la iglesia, para construir la rectoría y otras dependencias.

De hecho, la iglesia parroquial no empezó a funcionar como tal hasta el mes de mayo de 1950, después de que el decreto episcopal de 19 de enero del mismo año (BOOB 2/1950) hubiera establecido la demarcación parroquial. En efecto, como la iglesia parroquial quedaba fuera del inicial demarcación, se tuvo que incluir una manzana de edificios (Diagonal / Aribau / Travessera / Muntaner) que había sido inicialmente adscrita a la vecina Parroquia de la Virgen del Pilar. El jueves 18 de mayo de 1950 a las 8 de la mañana –fiesta de la Ascensión del Señor–, el párroco, Mn. Homs, procedió a bendecir nuevamente el templo, debido a la restauración que se había llevado a cabo. Y a las 11, con la asistencia del Sr. Obispo, se celebró una misa solemne oficiada por el Rvdmo. Mons. Dr. Miquel Pujol y Forn, Decano del Colegio de Párrocos de Barcelona. Terminada la misa, el Sr. Obispo bendijo la imagen de la Virgen, patrona de la Parroquia.

La Parroquia hasta la actualidad 

Mn. Homs cayó gravemente enfermo en 1958 y quedó imposibilitado, por lo que la parroquia fue atendida por vicarios parroquiales (Mn. Bernardo Ruiz y Mn. Joan Benito); por la misma circunstancia fueron descartados los proyectos de ampliación del templo y de las dependencias parroquiales (en la esquina de la calle Bon Pastor y la calle Aribau, donde aún no se había edificado). Durante estos primeros años, el templo parroquial fue muy concurrido por las muchas bodas que en el se realizaban.

Durante los 25 años en que Mn. Francesc Camps ejerció la cura pastoral como párroco (1964-1989), la parroquia llevó a cabo muchas de las iniciativas más destacadas de su historia: así, el presbiterio y el altar mayor se adaptaron arquitectónicamente a las nuevas normas de la Constitución sobre Sagrada Liturgia del Concilio Vaticano II. El Dr.. Lluís Urpí y Carbonell, delegado por el Arzobispo-Obispo Mons. Gregorio Modrego, consagró el altar mayor el 18 de mayo de 1965, y se depositaron reliquias de los santos mártires Filisísima, Fulgencio y Adauto. Actuó de maestro de ceremonias Mn. Josep M. Camps y Pujals.

En ese mismo periodo también se acondicionó el altar de la capilla del Santísimo Sacramento, se trasladó la pila bautismal a su emplazamiento actual, y se decoró la capilla del Santo Cristo. En estas obras utiliza la técnica del mosaico con buen criterio, ya que se respeten el estilo neogótico del templo. En cambio, en el presbiterio se optó por una reforma austera con piedra de mármol. Se cerraron unas hornacinas en los muros laterales, y la iglesia fue pintada de blanco y gris.

Mn. Francesc Camps tuvo fama, además, como excelente orador y predicador, por lo que era requerido a menudo en muchos lugares. En nuestra parroquia, lideró la creación de la Fundación Virgen de Nuria, uniendo muchos esfuerzos de los feligreses. La finalidad de la Fundación se dirigió hacia ancianas sin recursos económicos (especialmente, jubiladas del servicio doméstico), manteniendo una residencia digna donde pudieran ser bien atendidas. Por este motivo, la Fundación adquirió una mansión espaciosa con jardines, situada en Pallejà. La Fundación prosiguió su meritoria obra, hasta que a partir de los años 2000 se convirtió en gravemente deficitaria; por otra parte, los objetivos iniciales de atención a las antiguas empleadas domésticas habían ido diluyéndose al cambiar las circunstancias sociales. Por este motivo, la Fundación fue extinguida y la liquidación se prolongó hasta el año 2009, cuando el Obispado accedió a hacerse cargo de activos y pasivos a cambio de una compensación a la Parroquia.

El primer párroco, Mn. Josep M. Homs, residió en el primer piso del edificio de la Rectoría parroquial, pero Mn. Camps lo hizo en un piso de la Travessera de Gràcia, propiedad de la Parroquia, y Mn. Artur Martín tampoco ocupó la antigua Rectoría. El vicario de la Parroquia siempre residió en el segundo piso, y ocasionalmente en el tercer piso. Al quedar libre la Rectoría, el primer piso se destinó a locales para la catequesis infantil, hasta la actualidad.

A finales de los años '90, el templo parroquial empezaba acusar el paso del tiempo. En 2006 se realizaron obras de mejora en la Capilla del Santísimo, y se llevó a cabo la restauración de la fachada de la iglesia en la calle Bon Pastor. En 2007 se hicieron obras de rehabilitación del Auditorio, que era oscuro y muy anticuado: se abrió una gran claraboya, se rehicieron los lavabos, se construyó una cocina, se instaló climatización, y se renovó la iluminación. En 2009 se llevaron a cabo obras mayores: construcción de un ascensor para sustituir la peligrosa y estrecha escalera que llevaba al Auditorio y para adaptar el templo a las personas con dificultades (ahora, sin obstáculos arquitectónicos para acceder desde la calle), se pintó completamente toda la iglesia y se repasó la pintura de la fachada. También se cambió el sistema de megafonía del templo.

En el año 2010 se realizaron obras de mantenimiento urgente: un costoso tratamiento antihumedad para todos los muros de la iglesia (afectados de humedad por capilaridad desde muchos años atrás), reparación de paredes medianeras con las fincas vecinas, sustitución de bajantes de aguas pluviales en mal estado, sustitución parcial de la instalación eléctrica (nuevo cuadro eléctrico y adaptación a la normativa), mejoras de iluminación, etc. El 8 de septiembre de 2010 fue bendecido e inaugurado un nuevo carillón de 12 campanas, de fabricación holandesa, instalado en la azotea superior del edificio de la Rectoría, destinado a dar las horas, avisar a las misas, y varias melodías de acuerdo con los tiempos litúrgicos… Durante la Cuaresma del año 2011 se reformó parcialmente el Presbiterio (se trasladó el ambón derecho a la Capilla del Santísimo y se transformó la sillería), y el pavimento de la Capilla del Santo Cristo fue acabado en mármol.